La tradición y el talento individual
Me encantaron los textos y reflexiones que se encuentran en la poesía y la crítica y, tempranamente, declaro mi dificultad por definir mi preferencia por alguno de ellos. Mientras que unos hablan de la inspiración que nace en nuestro ser interior, otros hablan del legado y de aprender de los poetas vivos y muertos. La fuente de impulso creativo es el ser que siente y piensa, es el todo aquello que hemos vivido, nuestra intimidad a flor de piel, sincera, fiel, única; mientras que otros encuentran la semilla de sus inspiraciones en la historia, en el pasado, y, por tanto, el proceso creativo está nutrido por el entorno, la naturaleza y la propia sociedad.
Creo que ambas fuentes de inspiración artística son válidas, más aun, pueden mezclarse. Estoy seguro de que, más allá de su origen misterioso, el arte y la inspiración tienen una gran ayuda en la tradición; así como el talento y la imaginación, a veces naturales e innatos, otras veces provienen de un método de construcción que nace, se alimenta y se fortalece con el paso de los años.
Aun así, desde la perspectiva de una elección, me inclino más por el estilo en que la mayor fuente de impulso está en los grandes poetas y sus obras, que son quienes han escrito y dado vida a las maravillosas páginas de la historia de la humanidad.
En lo personal, desde niño me dijeron en más de una oportunidad que tenía un talento innato e inspiración para la escritura. Creo, por el contrario, que empecé como muchos: fascinado por el mundo del arte y la escritura, intentando imitar a escritores consagrados y esforzándome por encontrar mi propio estilo y mi lugar en ese mundo (todavía sigo en eso). Un camino complejo, no exento de sinsabores y frustraciones, pero al mismo tiempo igualmente divertido y sumamente gratificante. Es una tarea increíble descubrir a ese escritor que llevo dentro y que clama por salir a la luz.